sábado, 13 de mayo de 2017

Madres Valientes

Un hombre y una mujer se casaron. Los dos eran de la tribu de Leví. Tiempo después ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver la madre que el niño era tan hermoso, lo escondió durante tres meses,[1] ya que el rey de esa región había decretado que las mujeres israelitas que les naciera un niño debían morir y si nacía una niña se les permitiría vivir.[2]
La madre como no pudo seguir escondiéndolo, tomó una canasta de juncos, le tapó las rendijas con asfalto y pasta de resina, y puso al niño adentro; después fue y dejó la canasta entre los juncos que crecían a la orilla del río Nilo. Sin embargo, la hermana del niño se quedó a cierta distancia, para ver qué pasaba con él.
Más tarde, la hija del rey de Egipto bajó a bañarse al río. Mientras caminaba por la orilla con sus sirvientas, vio la canasta en medio de los juncos y mandó a una de sus sirvientas que fuera a traerla. Cuando abrió la canasta, y vio al niño llorando, le dio lástima. Sorprendida gritó: “¡Es un niño israelita!”
En ese momento la hermana del niño salió y le dijo a la princesa:
— ¿Quiere Su Majestad que llame a una mujer israelita para que alimente y cuide al niño?
Y ella contestó: —Anda, ve a llamarla.
La hermana fue y llamó a su mamá. Cuando la madre llegó, la princesa le dijo:
—Llévate a este niño a tu casa. Aliméntalo y cuídalo por mí, y yo te lo pagaré.
La madre se llevó al niño y lo cuidó. Cuando el niño creció, se lo llevó a la princesa. Entonces ella lo adoptó como su propio hijo y le puso por nombre “Moisés”, que quiere decir “Yo lo saqué del agua”.[3]

En este relato bíblico podemos observar tres mujeres valientes que entienden lo importante que es proteger la vida, sobre todo en un contexto que legalmente se atenta contra ella.

¿Le gustaría saber con cual se identifican?

El rey de Egipto había dictado una ley que ordenaba matar a todos los niños recién nacidos y solo a las niñas se les permitiría vivir, todo esto para evitar que se fortaleciera un pueblo.

El Faraón en este relato es tipo de Satanás, el al igual que Faraón, el diablo ha dictado decretos en contra de nuestros hijos, él quiere engañar, destruir y matar a los más pequeños. El alcohol, la droga, la violencia, la pornografía, los vídeos juegos y dibujos animados con contenido satánico, pornográfico, ocultista, etc. Están diseñados para destruir a generaciones completas.

En este segundo capítulo del libro de éxodo:

Podemos ver a una madre que no está dispuesta y no se conforma con su época y pese al peligro de poder ser condenada a muerte por desobedecer la orden del rey, ella decide ocultar a su hijo del poder de las tinieblas.
Cuando ustedes le dan lo mejor a sus hijos, cuando les enseñan lo correcto y los corrigen, cuando oran por ellos y les enseñan a amar a Dios sobre todas las cosas, están ocultando a sus hijos de los decretos satánicos.

Podemos ver a una hermana que entiende la fragilidad de su pequeño hermanito y está dispuesta a sacrificar sus intereses (podía estar jugando) por cuidar de él.
Cuando ustedes se preocupan y cuidan a los más pequeños, como el trabajo que se hace en este Colegio Cristiano, que busca entregar valores y conocimiento de Dios, con la finalidad que los niños y niñas no se dejen engañar por el diablo.
Cuando ustedes velan y oran por los hermanos que recién entregaron su vida a Cristo, una persona puede ser de edad avanzada, pero en el momento que recibe a Cristo en su corazón vuelve a nacer y es un pequeñito que debe ser cuidado, porque el diablo en ese momento ha decretado que debe morir.

Podemos ver a una princesa que siente compasión por un pequeño niño de otro pueblo.
¿Cuánto nos cuesta tener amor y compasión por las demás personas?, sin duda y solo Dios sabe que nos cuesta mucho, por eso uno de los motivos de oración que debemos tener es ese, tener amor por el prójimo.
La princesa estuvo dispuesta a todo, también pudo perder sus privilegios y títulos por desobedecer al rey, pero decidió adoptarlo como su propio hijo y darle todos los beneficios y cuidados de un príncipe. Dios a menudo nos está dando esta hermosa oportunidad de adoptar, cuidar, discipular, amar, orar, bendecir a un pequeñito.   

Entonces, ¿con cuál de estas valientes mujeres se identifica usted?, como la madre valiente que agota todos los medios para cuidar a su pequeño hijo o hija de las garras de satanás, o como la hermana que deja sus intereses para ayudar en el cuidado de los
más pequeños, o quizás es una princesa que Dios la puesto en lugares influyentes, ha sido bendecida y tiene los medios para cuidar y bendecir a los más pequeñitos para que se conviertan en príncipes para que un día liberen a muchos de la esclavitud arruinándole todos los planes a Satanás.

Sea cual sea de las tres, yo la bendigo mis hermanas y les deseo hoy 

¡Un muy feliz día de la madre!  

Dios las bendiga grandemente.






[1] Éxodo 2:1-2 (TLA)
[2] Éxodo 1:16 (TLA)
[3] Éxodo 2:3-10 (TLA)

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