Nació el 05 de noviembre de 1959
en la ciudad de Llanquihue, hijo de don José Erubin Palma Barria y de doña
Lidia del Carmen Gómez Marín. Ernesto fue uno de diez hermanos.
Compañero y como Ernesto solía decir
“siempre enamorado” por 38 años con doña María del Carmen Paredes Ruiz.
Ernesto se caracterizaba por ser
un hombre muy alegre, cariñoso, respetuoso, ingenioso, trabajador, con un gran espíritu
de servicio, además de ser un excelente cocinero.
Ernesto era un gran conversador,
no tenía dificultad para entablar una conversación con un desconocido y
constantemente recordaba su vivencia y anécdotas.
Ernesto entrego mucho amor y
cariño a su amada compañera, familia y amigos, además de ser un amante de los
animales. No tuvo hijos pero ayudo a criar a muchos de sus sobrinos.
Ernesto fue un excelente
cristiano y con una fe incomparable en Jesucristo, por lo que dio testimonio de
ello bautizándose el 29 de marzo de 2015 en el Centro Cristiano Renacer de las
Asambleas de Dios en el hermoso lago Llanquihue.
Falleció producto de una
enfermedad terminal el 16 de junio de 2015 en su ciudad natal a la edad de 55
años.
Ernesto nos dejó un gran
testimonio de fe y confianza en Dios, pese a los inmensos dolores de su
enfermedad nunca se le escucho renegar del Padre, confesando que un día Él lo levantaría
en victoria.
Por nuestra fe, sabemos que
Ernesto se ha dormido y que será despertado cuando Jesús venga en gloria y majestad
a buscar a su Iglesia, el cual será el momento que volvamos a reunirnos con
nuestro amigo.
“Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras.”
1 Tesalonicenses 4:14-18. Reina-Valera 1960 (RVR1960)
En el centro de la fotografía mi amigo Ernesto junto con su amada Carmen.
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