Bendice, alma mía, al Señor, bendiga
todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides
ninguno de sus beneficios. Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que
sana todas tus enfermedades; el que rescata de la fosa tu vida, el que te
corona de bondad y compasión; el que colma de bienes tus años, para que
tu juventud se renueve como el águila. El Señor hace justicia, y juicios a
favor de todos los oprimidos. A Moisés dio a conocer sus caminos, y a los hijos
de Israel sus obras. Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y
grande en misericordia. No contenderá con nosotros para siempre, ni para
siempre guardará su enojo. Salmos 103:1-9 (RV60)
Hola mis queridos amigos y amigas,
hacía tiempo que no había escrito y sentía una gran necesidad de compartir a
ustedes del amor y misericordia de nuestro Dios.
Esta alabanza del rey David, el
Salmos 103, está centrada en los actos gloriosos de Dios que supera todo lo que
podamos poner por excusa no alabar su nombre. Es tan fácil quejarse de lo que
nos pasa, nos rendimos tan rápido y el peso de nuestros propios pecados nos
agobia, no tenemos fuerza para nada, la carga es demasiado pesada y no tenemos
fuerzas para nada.
El rey David fue un hombre
conforme al corazón de Dios, uno lo recuerda en actos gloriosos como la
Derrotar a Goliat, ser ungido rey en lugar de Saúl, lo poderoso de su imperio,
se rodeó de hombres valientes y tantas historias maravillosas, pero para el no
siempre fue así, tuvo que vivir momentos difíciles como ser menospreciado por
su propia familia por ser el menor de los hermanos, fue perseguido por Saúl y
muchos enemigos más, tuvo que esconderse como un fugitivo, tuvo que fingir
locura para evitar que lo mataran, fue traicionado hasta por sus propios hijos,
peco de adulterio y homicidio y tuvo que vivir con las consecuencia de tales
actos, sin embargo Dios trato con él y su corazón estuvo dispuesto a humillarse
y aprender a vivir íntegramente, a tal punto de que Dios dice que no hay otro
igual a David.
Y si tú anduvieres delante de mí
como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo
todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos.
1 Reyes 9:4
Sin embargo pese a todos los
momentos difíciles, el rey David hace una lista de muchas cosas por la que debemos
alabar y que son grandiosas sobre todo lo que estemos viviendo; ¿estás cansado
por las dificultades?, ¿tienes problemas en tu matrimonio?, ¿problemas con tus
hijos?, ¿Hay algo que te esclaviza y no puedes contarle a nadie porque es muy
vergonzoso?, ¿hay pecados ocultos en tu vida que tu ni siquiera puede lidiar
con ellos?, ¿vives atado a la pornografía?, entre tantas cosas más que nos hace pensar que no tenemos motivos para alabar a Dios, porque creemos que el no nos va a escuchar.
Pero nada de lo anterior
sobrepasa a los motivos por la que debemos alabar a Dios, no importa la condición
en la que estemos, cansados o destruidos, el rey David hace una lista y quiero que
mediten en ella y vean que debemos ser agradecidos por lo que Dios está
haciendo en nuestras vidas.
1. Dios
perdona nuestras iniquidades.
La palabra
iniquidad significa maldad, impiedad o culpa y su gravedad esta por encima del
pecado, es una ofensa contra Dios, en griego (anomia) significa desprecio por
las leyes, las leyes de Dios.
2. Dios
sana nuestras dolencias.
3. Dios
nos rescata de la muerte.
4. Dios nos
corona de favores y misericordia.
5. Dios nos
sacia de bien nuestra boca.
6. Dios
nos hace justicia y derecho.
Ninguna cosa de esta lista la
merecemos y cuando piense que no tiene motivos porque alabar a Dios, que se
encuentra en un callejón sin salida, recuerde esta lista y comience a alabar a
Dios.
Si se humillare mi pueblo, sobre
el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren
de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonare sus
pecados, y sanare su tierra. 2 Crónica 7:14.
Dios está atento mis amigos y
amigas a que le alabes, le des gracias, que invoques el nombre de Jesús, es más
Jesús está atento a la diestra de Dios y cuando tu conversas con El, cuando tú
lo alabas, El hace callar los coros de ángeles en los cielos para que nada
interfiera y puedas ser oído en los cielos.
Alaba a Jesucristo, dale gracias
por su inmenso amor, adórale y entrégale todo lo que tienes en tu corazón, el sabrá
que hacer y darte la paz que anhelas.
Dios los bendiga mucho, un fuerte
abrazo!!!
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