Lucas 2:1-18 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Poco antes de que Jesús naciera,
Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es decir, una lista de toda
la gente que vivía en el Imperio Romano. En ese tiempo, Quirinio era el
gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la
región de Palestina. Todos tenían que ir al pueblo de
donde era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista.
José pertenecía a la familia de
David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran,
porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David. Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener su
primer hijo. Como no encontraron ningún cuarto donde pasar la noche, los
hospedaron en el lugar de la casa donde se cuidan los animales. Cuando el niño
nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas
cerca de Belén. De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de
Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho, pero el ángel
les dijo:
«No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy
contentos: ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el
Señor! Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto
en pañales.»
De pronto, muchos ángeles
aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:
«¡Gloria a Dios en el cielo, y paz
en la tierra para todos los que Dios ama!»
Después de que los ángeles
volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos corriendo a Belén para
ver esto que Dios nos ha anunciado!»
Los pastores fueron de prisa a
Belén, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Luego salieron y contaron lo que el
ángel les había dicho acerca del niño. Todos los que estaban allí se
admiraron al oírlos.
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